Jiddu Krishnamurti, una mente iluminada

style="float: right; margin-bottom: 10px; font-weight: 600;"Wed 19th Aug, 2015

 

La palabra exacta. El silencio adecuado. La pausa justa. Acciones que Jiddu Krishnamurti, logró durante sus 90 años, luego de llevar una extensa vida vinculada a la meditación. Buscó interpretar la sabiduría interior  a través del auto - conocimiento. Y  llegó a descubrir diversas interpretaciones que el cuerpo, la mente y el espíritu, generan día a día. Y también pudo transmitirlo.

Nació el 12 de mayo de 1895, en Madanapalle, Andhra Pradesh, un pequeño pueblo al sur de la India. Fue el octavo hijo de una familia brahmánica. Siendo adolescente, la Sociedad Teosófica, encontró en Jiddu, cualidades de líder espiritual. Y apoyó su formación. Dirigió la organización "La Orden de la Estrella", fundada en el año 1911, pero disuelta en 1929. En su oportunidad Krishamurti, dio su explicación:

 

"Vamos a discutir esta mañana la disolución de La Orden de la Estrella. Se alegrarán muchas personas, y otros estarán bastante tristes. No es una cuestión para regocijarse ni para entristecer, porque es inevitable, como voy a explicar.

Ustedes recordarán la historia de cómo el diablo y un amigo suyo estaban caminando calle abajo, cuando vieron delante de ellos un hombre inclinarse y recoger algo de la tierra, mirarlo, y guardarlo en su bolsillo. Dijo el amigo al diablo: "¿Qué recogió ese hombre?". "Él recogió un pedazo de Verdad", dijo el diablo. "Ése es un mal negocio para usted, entonces", dijo su amigo. "Oh, para nada," contestó el diablo, "yo voy a permitirle organizarlo."

Yo mantengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y ustedes no pueden acercársele en absoluto por ningún camino, por ninguna religión, por ninguna secta. Ése es mi punto de vista, y adhiero a él absolutamente e incondicionalmente. La Verdad, siendo ilimitada, incondicionada, inaccesible por cualquier camino en absoluto, no puede organizarse; ni se debe formar una organización para conducir o para forzar a la gente a lo largo de cualquier camino determinado. Si ustedes entienden primero esto, entonces verán cómo es imposible ordenar una creencia. Una creencia es puramente una cuestión individual, y usted no puede y no debe organizarla. Si usted lo hace, se transforma en muerta, cristalizada; se convierte en un credo, una secta, una religión, para ser impuesta a otras. Esto es lo que todos a lo largo del mundo estamos intentando hacer. La verdad se limita y se hace un juguete para aquellos que son débiles, para aquellos que sólo están disgustados momentáneamente. La verdad no se puede limitar, más bien el individuo debe hacer el esfuerzo de ascender a ella. Usted no puede traer la cima de la montaña al valle. Si usted quiere alcanzar la cima de la montaña, debe pasar a través del valle, subir por sus laderas, sin miedo a los precipicios peligrosos. Usted debe subir hacia la verdad, no puede "ser traída abajo" o ser ordenada para usted. El interés en ideas es sostenido principalmente por organizaciones, pero las organizaciones despiertan solamente interés desde afuera. El interés, que no nació por amor a la Verdad en sí misma, sino que fue despertado por una organización, no tiene ningún valor. La organización se convierte en un armazón en el cual sus miembros pueden encajar convenientemente. Ellos ya no se esfuerzan por alcanzar la Verdad o la cima de la montaña, sino que tallan para ellos mismos un nicho conveniente donde guardarse, o permiten que la organización los guarde, y consideran que la organización los llevará por eso a la Verdad".

 

Desde ese momento hasta sus últimos días, el 17 de febrero de 1986,  brindó charlas y conferencias en distintas partes del mundo para concientizar sobre los cambios radicales que merece la humanidad. 

Su figura delgada, con aparente fragilidad, pero firme por dentro, se ubicaba frente a miles de oyentes que detrás de un silencio abrumador, escuchaban como trabajar los miedos, la ira, el apego, los placeres, la libertad. Y aquellas cuestiones generadas por la sociedad moderna, como la violencia y la corrupción, el respeto hacia la naturaleza, y otros tantos motivos.

En uno de sus libros, "La Pregunta Imposible", relató:

 

"Ser maestro implica que uno ha acumulado conocimiento y lo trasmite a otro; como el caso de un profesor y un estudiante. Aquí no estamos en esa relación de manera alguna. Estamos aprendiendo juntos; hemos hecho eso muy claro. Toda comunicación significa aprender juntos, crear juntos, observar juntos. Si eso se comprende, desde luego nuestra comunicación será diferente. Pero si usted siente que por el hecho de estar sentado en la plataforma, el que habla sabe más, es un iluminado, le digo: Por favor, no atribuya cosas al que está sentado en la plataforma. Usted nada sabe acerca de la iluminación. Si usted lo supiera, si lo comprendiera, si lo viviera, no estaría aquí. Es una de las cosas más extraordinarias para investigar, para aprender sobre ella y no para ser enseñada, no pague cien dólares para que le enseñen esto. Simplemente pensar: ¡ pagar dinero para aprender la verdad! ¿Qué están haciendo ustedes?". 


Write a comment ...
Post comment
Cancel